El porque de una vida sabática

By Juan David Hurtado Bedoya - diciembre 06, 2013


El porque de una vida sabática

Alguna vez me preguntaban cual era mi sueño… siendo yo un soñador crónico pues lógico (me salió un verso) pasaron por mi cabeza viajes, carros, casas, becas, trabajos y cuanto aparato existe en el universo; claro, siendo además un humanista de primera línea pues por mi mente pasó la paz del mundo y todas esas respuestas de reina o de político mediocre que se suelen escuchar cada que alguien es cuestionado por lo mismo.  En fin, luego de darle muchas vueltas a lo que me gusta, a lo que me apasiona hacer solo atiné a contestar: “Yo sueño una vida Sabática”.  Ahí nació el nombre de mi web, que había nacido hacia ya algunos meses y en ella ya compartía muchas de las cosas que hacen de mi vida una vida feliz.
  

Sabático es un término latino proveniente de sabbatĭcus, un adjetivo que de acuerdo a lo que he leído significa sábado o relativo a él, significa descanso y se refería al séptimo año en que los hebreos dejaban descansar sus tierras, la noción de sabático está vinculada a la Biblia, en el Libro Sagrado se considera al sábado como el último día de la semana y al domingo como el primero, el sábado, de este modo, es un día de descanso; hoy día el término se asocia con la licencia con sueldo que algunas universidades conceden a su personal cada ciertos años y que es usada para estudiar o investigar; lastimosamente nunca he tenido un año sabático a pesar de ser profesor universitario pues en la institución donde ejerzo como tal no entienden que los académicos requieren de periodos de tiempo dedicados a sus estudios y sus investigaciones, creería que ellos, quienes mandan y deciden, lo siguen viendo como un gasto adicional a sus nóminas, en fin es un debate constante del cual me animaré a pensar y escribir luego con la esperanza que algún día el sindicato tenga una victoria al respecto, por cierto, últimamente no veo que los sindicatos tengan victorias, cada vez más se reducen las prebendas y beneficios de los empleados, cada vez son menos los empleados y mas los contratistas, una apreciación por la cual mis amigos me llaman comunista, claro ellos son empresarios a los que este tipo de ideas les da urticaria, en fin, otro día reflexionare mas profundamente al respecto. Por cierto, el sábado es uno de los días que mas disfruto y como no, es un día pago que se dedica al deporte, la familia, la recreación, el estudio de cursos de las cosas que mas nos divierten, a pasear, a mi hijo; el sábado es un pedacito de esa vida sabática que sueño.

Me preguntaba entonces porque mi mente había dado semejante respuesta, hablar de una vida sabática es como hablar de no querer hacer nada diferente a estudiar e investigar y que fuera de eso te paguen por eso, como una especie de pensión vitalicia por hacer dos de las cosas que disfruto, eso sería genial y por eso mi subconsciente, creo yo, pensó y respondió tan genial idea.  Si me preguntan ahora si mi sueño sigue siendo ese pues mi consiente responde al instante: SI, ese es mi sueño, al cual agregaría que esa vida sabática no solo la usaría para estudiar e investigar (trabajo académico que por mas apasionante que sea sigue siendo un trabajo) sino también me encantaría dedicar esa vida a viajar, a disfrutar del deporte, a explorar, a conocer, a escribir, a hacer miles de fotos, a disfrutar de un buen café, un buen vino contemplando un amanecer o un atardecer, poder dormir hasta que mi cuerpo lo requiera y no hasta que un reloj suena.

Actualmente los años sabáticos a parte de los profesores universitarios de la vieja guardia, son un privilegio de la gente con buena posición económica, que está en condiciones de no recibir ingresos o de no producir durante un año. Para ello trabajo, pues no hay otro camino que construir esos sueños con trabajo, con esfuerzo y dedicación, con ahorro, con seguridad financiera; el camino corto para lograrlo sería que en mi universidad entendieran que los académicos necesitamos de periodos sabáticos para ser mejores académicos y mejorarles a ellos sus estándares de investigación y cualificación docente, así a lo sumo ganaría algunos años sabáticos, sería un triunfo sindical muy importante  eso sí o como dirían mis amigos: “un triunfo del castro chavismo comunista”; el otro camino: simplemente que Dios me permita demostrarle que ganarme un baloto no me hará una mala persona.     

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